martes, 8 de enero de 2013

169 - ALIMENTOS BUENOS PARA EL CORAZÓN


Cinco consejos para tener un corazón sano
Hasta ahora, la mayoría de los mensajes que se lanzan desde los organismos científicos nacionales e internacionales en materia de salud vienen siendo restrictivos y atemorizadores: “No coma grasas” “Cuidado con los dulces” “Esa barriga…” “Ese sillón será su ataúd” “El tabaco acabará matándolo”…
 No están del todo mal porque son verdades como puños pero creo sería mejor empezar el año con algunos mensajes positivos, por lo menos en lo que a la salud cardiovascular se refiere, con el fin de hacerlos más estimulantes y prácticos. Les voy a dar media docena de consejos cardiosaludables de entre los muchos que propone, por ejemplo, la Fundación Española del Corazón.
1.- Chocolate negro
Recientemente, la Academia Americana de Neurología confirmó en su 62ª Reunión Anual que entre los 44.000 participantes de un estudio observacional, aquellos que consumían regularmente cantidades moderadas de chocolate negro (unos 10 gramos diarios), libre de azúcares, tenían una menor incidencia de infarto de miocardio e ictus. Estudios similares han revelado que pequeñas dosis de chocolate negro reducen la presencia en sangre de ciertas proteínas pro-inflamatorias, rebajan las cifras de tensión arterial, mejoran la circulación sanguínea y podrían prevenir el desarrollo y progresión de la arterioesclerosis. El chocolate negro (70-80% de cacao puro) contiene flavonoides y antioxidantes que previenen el daño celular e inhiben la acción de la angiotensina: una hormona inductora de hipertensión.
2.- Beba agua natural: 
Las aguas artificialmente gaseosas contienen sodio que eleva poderosamente la tensión arterial y consecuentemente aumenta el riesgo de infarto e ictus. Un estudio llevado a cabo en más de 2.500 voluntarios demostró que los bebedores de soda tenían un 48% de exceso para sufrir ataques cardíacos o cerebrales. Por el contrario, el agua que sale por los grifos domésticos, bien controlada bacteriológicamente por las autoridades sanitarias, no sólo es barata sino que contiene, aparte de H20, minerales muy necesarios para una buena salud. No se prive y beba de 2 a 3 litros diarios.
3.- Consuma regularmente arándanos
De acuerdo a lo que publicaba recientemente el American Journal of Clinical Nutrition, una o dos dosis semanales de estos delicioso frutos del bosque, disminuye significativamente el riesgo de sufrir hipertensión arterial. Los investigadores siguieron durante 14 años a 175.000 individuos de ambos sexos para llegar a esta saludable conclusión. Los antocianos que contienen estos frutos, presentes también en el zumo de naranja, la uva, la grosella negra, la berenjena y otros, tienen propiedades altamente antioxidantes que favorecerían las condiciones circulatorias evitando la hipertensión.
4.- Ácidos omega 3.
Numerosos ensayos clínicos han demostrado que estos ácidos grasos esenciales disminuyen en más de un 20% el riesgo de infarto, en un 30% la muerte cardiovascular y en un 49% la muerte súbita. La OMS recomienda el consumo de al menos 1 gramo al día, pero esta cantidad, por pequeña que nos parezca, no se consigue reunir en una dieta ordinaria. Se encuentran en los pescados (preferentemente azules) y en algunos frutos secos como las nueces o las almendras. Ocasionalmente hay que recurrir a suplementos dietéticos ricos en estos ácidos esenciales omega 3.
5.- Duerma adecuadamente.
Dormir poco o hacerlo en exceso es una mala práctica que puede llevarle al hospital por causa de un ataque cardíaco o cerebral. La noticia ha sido publicada en el prestigioso European Heart Journal. Dormir menos de 6 horas diarias aumenta el riesgo de infarto e hipertensión en un 48%. Pero lo curioso del estudio fue que un exceso de sueño, cifrado en unas 9 o más horas diarias, incrementa el riesgo en un 41%. Sorprendente. En temas oníricos, como en casi todo, en el término medio está la virtud.
6.- Evite las autopistas. NO VIVA CERCA
No me refiero a que conduzca por carreteras comarcales si puede hacerlo por autovías. No. A lo que se refieren estos organismos, como la Fundación Española del Corazón, es que trate de evitar a toda costa la contaminación ambiental y particularmente la acústica derivada de las bocinas, los rodamientos de los grandes transportes, las sirenas de las ambulancias, etc. Un seguimiento llevado a cabo en 51.000 daneses, cuyos domicilios estaban próximos a autopistas, demostró que por cada 10 decibelios de aumento de ruido el riesgo de ictus se elevaba en un 14%, con la salvedad de que esta cifra aumentaba hasta el 27% si se trataba de sujetos de más de 65 años de edad. El exceso de ruido incrementa la secreción de las hormonas del estrés que causan hipertensión arterial, infarto e ictus.
Pues ya lo saben. El mensaje resumido, derivado de los 6 anteriores, sigue siendo el mismo de siempre: tranquilidad y buenos alimentos, a ser posible que contengan flavonoides y antioxidantes como el chocolate negro o antocianos como la grosella y los arándanos. No olvide su gramo diario de ácidos omega 3 y duerma lo justo; ni más ni menos. ¡Ah! Y procure alejarse del ruido y de cualquier tipo de contaminación ambiental, incluida la política y financiera. Su sistema arterial le quedará muy agradecido y el depauperado sistema nacional de salud, también.

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