domingo, 12 de diciembre de 2010

CONTROLADORES DISTINTOS EN SU TRABAJO Y EN SU SUELDO

Las caricaturas de "Calabaciño Blanco" llenan las torres de control

Durante el caos aéreo no sólo hubo dramas entre los ciudadanos que no lograron volar. También a los controladores militares que acudieron a militarizar las torres, se les aguó el puente. La Razón ha hablado con varios de ellos, que han contado, desde el anonimato, cómo es estar al mando en esa tensión.

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manzarek dijo el día 12 de Diciembre de 2010 a las 18:53:03:
Hay algo que no huele nada bien en este asunto.
La foma de actuar de los controladores fue realmente muy desacertada.
Como en el 11M aquí hay un beneficiado.
Sería interesante averiguar si días previos al decretazo que les afectaba ya había alguien echando leña al fuego.
No tendrán algún topo metido en su sindicato y los ha manejado a su antojo???
superfer dijo el día 12 de Diciembre de 2010 a las 18:19:16:
Menos mal que alguien lo cuenta porque estos días hemos tenido que leer y escuchar cosas flipantes...gracias Libertad Digital.
jorgecar dijo el día 12 de Diciembre de 2010 a las 17:33:08:
Oye, Dumont: dices que conoces el entorno y luego afirmas lo de que paguen hasta donde se pueda, que son unos niñatos, unos majaderos, unos irresponsables...

Me da la impresión de que conoces "el entorno" porque debes vivir en la prolongación de una pista o porque eres el camarero del aeropuerto que les sube al cena a los controladores o algo así, porque, de lo contrario, no me explico tu afirmación.

De todos modos, si los has defendido anteriormente, te lo agradezco y reconozco. Pero lo de este mensaje, para nada te doy la razón.
Lucero dijo el día 12 de Diciembre de 2010 a las 16:48:07:
Aunque las declaraciones a LD de esos anónimos controladores militares tienen un tono moderado, dejan caer una frase sibilina ("Nosotros somos capaces de guiar aviones a 400 nudos, con maniobras bruscas y cambios de rumbo permanentes; un civil guía aviones a 200 nudos y sin rarezas") que puede llevar a los lectores a pensar que su labor es más complicada que la de los civiles, lo cual, además de no ser cierto, supone continuar con el linchamiento de estos.
Además, también los civiles controlan aeronaves que van a más de 400 nudos y el trabajo de estos controladores consiste precisamente en que no haya "rarezas".

Creo que nadie pondrá en duda que los controladores militares son muy profesionales, están muy preparados, son muy hábiles haciendo *su* trabajo y encima cobran muy poco.
Pero es bien sabido que el trabajo de los controladores civiles es, en general, más complicado y de mayor tensión que el de los militares. Una de las razones es que el civil suele tener bajo su control bastantes más aviones a la vez que el militar. A un controlador de área terminal le llegan a la vez muchos aviones por distintos puntos, con distintas velocidades y alturas y los tiene que colocar a todos en una secuencia de aproximación manteniéndolos durante todo el proceso bien separados (por altitud o por distancia). Típicamente, un controlador civil puede estar realizando esa tarea de forma continua con una media de más de 15 en frecuencia. Ese tipo de tarea de aproximación en zonas terminales, en las que a veces hay varios aeropuertos muy cercanos, la efectúan exclusivamente los controladores civiles. Una tensión añadida para estos es saber que esos aviones que están separando van ocupados por cientos de personas.

Los controladores militares, por su parte, tienen tareas específicas suyas. Normalmente se trata de dirigir interceptaciones y de otras tareas de tipo bélico que realizan en sus zonas aéreas restringidas y cuya dificultad desconozco. Pero todo hace suponer que controlar un número modesto de aviones militares de gran performance (gran capacidad de ascender, descender, virar, acelerar y frenar de forma rápida) debe dar cierta tranquilidad a la hora de resolver un conflicto serio de separación.

Un tipo de trabajo que es similar para los controladores civiles y militares es el de "Torre de control" en el que hay que secuenciar y combinar las arribadas y los despegues a un aeropuerto concreto. Es un trabajo delicado pues en y cerca de los aeropuertos los aviones están muy juntos y tienen limitada capacidad de maniobra lo cual deja muy poco margen de error al controlador. Aquí nuevamente los civiles se enfrentan, en general, a densidades de tráfico mucho mayores y por tanto a mayor dificultad que la que tienen que afrontar los militares en sus aeropuertos.

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